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MORTIIS y NYTT LAND en Chile: ¡El Poder del Trance!

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Una buena jornada tuvimos en los inicios de febrero de 2025 (bastante caluroso, hay que decirlo). La jornada prometía mucha introspección. Ambas propuestas eran muy interesantes en materia de concepto y, al ser muy diferentes entre sí, podíamos disfrutarlas sin problema.

Al llegar a la SALA METRÓNOMO, me encuentro con Paulo Domic, saludo cordial, acreditación rápida y pude entrar de inmediato. Ya había gente esperando adentro de la METRÓNOMO. Creo que es mejor hacerle el quite al calor dentro del recinto que bajo el sol.

Aclaremos que no hubo teloneros. Y no hubo ningún problema con eso.


NYTT LAND: SIBERIA ESTUVO MUY CERCA

Solo por si acaso, indicamos que no es la primera visita de los siberianos (en 2023 debutaron en Chile en la SALA RBX). Sí, decimos siberianos porque su origen se encuentra en Kalachinsk (próximo a la frontera con Kazajistán). Con una propuesta que tiene enfoque nórdico, alguno podría vincular esto a WARDRUNA, y no estaría perdido. Algo de eso hay. De todas formas, vamos a lo que nos convoca.

Según la información entregada, NYTT LAND debía iniciar la jornada a las 19:30 horas. El rango etario estaba claro: principalmente desde 30 años para arriba, aunque alcancé a ver a una «joven inexperta» (ustedes entienden la referencia), pero la excepción confirma la regla.

Sobre el escenario, había un par de toms y un pequeño hi-hat. A la hora indicada comenzó a sonar una intro musical, aunque no se apagaron las luces. Lanzaron humo, pero al final quedó en eso. A las 19:44 volvieron a lanzar humo… ¿y NYTT LAND? Aún no salían. Pero a las 19:51, se volvió a lanzar humo, los técnicos ajustaron el equipamiento y se encendió la pantalla. Ahora sí, no había posibilidad de error: NYTT LAND estaba a punto de salir al escenario. A las 20:00 horas, se apagaron las luces y los músicos aparecieron.

Y aquí es donde empieza el trance siberiano. Como público, no saltamos como monos enjaulados, de hecho, escuchamos con mucha atención. La vocalización, a ratos, podría recordar al yoik, canto de la etnia sami. Más allá de la posible similitud, la capacidad de Anatoly y Natalya para encantarnos es sobresaliente.

El arreglo de luces fue adecuado y estuvo acompañado de humo. Un concierto no es solamente tocar las canciones. Su arranque con Voluspá (Adr Burs Synir) fue un éxito, y al terminarla, la ovación fue rotunda. Merecida.

Ritual continuó el trance, esta vez con la percusión y los vientos más presentes. La voz de Natalya tomó protagonismo. Hubo un pasaje donde aplaudí al doble golpe y escuché que no era el único. Al finalizar, aplaudimos. Se lo merecían.

Natalya tomó un recipiente y encendió lo que parecía incienso, todo para iniciar The Fires Of Ragnarok, cuya performance estuvo apoyada por el color rojo que aparecía y desaparecía. También la canción aceleró el ritmo. Personalmente, fue un momento muy destacado y, al finalizar, se prendieron las luces. Aplaudimos y luego volvieron a apagarse.

Ugar fue la ratificación del trance. Es el mejor concepto. Entonces, apareció un rojo continuo que aplaudimos al finalizar la canción. Continuaron de inmediato con una intro de flauta para descargar Huginn And Munnin.

Un momento llamativo (dentro de todo lo llamativo que fue NYTT LAND) es cuando en el sonido de fondo se escuchó un ave… ¿sería un cuervo? No me quedó claro e invito a usted que lee esto a que me oriente (?). Con ese sonido de ave, Natalya entró en su respectiva parte.

Cabe mencionar que Anatoly y Natalya no vinieron solos. Había un tercer miembro encargado de la percusión, y vaya que lo hizo con un ímpetu destacable. Aplaudimos a todos terminada la canción.

Unos sonidos tipo «cristalinos» (no sé cómo describirlos exactamente) nos presentaron Risu Raknar. Acá, Anatoly relató pasajes mientras Natalya tomaba protagonismo con una voz que parecía evocar una fuerza de la naturaleza. Con el mismo sonido «cristalino», se cerró la canción.

Ragnarok fue más intensa, aunque más lenta. Interesante cómo Anatoly introdujo vientos antes de su relato. En primera instancia, es difícil entender todas las frases, pero la sensación de que algo grande está por venir es innegable.

La intro de Vikup fue una de las que más me gustó: es lenta pero muy disfrutable. Hubo un quiebre que aplaudimos. Algunos pensaron que había terminado la canción, pero no. Eso sí, cuando finalizó, la ovación fue como ameritaba la ocasión.

Torem siguió con la faena y, la verdad, todo fue un ejercicio de atención: no saltar ni gritar. Algunos sacaban fotos y grababan videos (lo normal en estos tiempos). Aplaudimos como correspondía, los músicos se juntaron en el escenario, hicieron una reverencia y salieron rápidamente. Algo apresurado, pero supongo que el reloj estaba en contra hace rato.

Personalmente, me gustó bastante la performance. Al ver y escuchar NYTT LAND, uno puede imaginarse en algún bosque recóndito de la tundra siberiana o del norte de Europa. ¿Raro asimilar lugares tan lejanos? Puede ser, pero más allá del retraso y la presunta frialdad con que saludaron al público, NYTT LAND nos entregó una tremenda presentación. Sin dudas.

 

Setlist:

  1. Voluspá (Adr Burs Synir)
  2. Ritual
  3. The Fires Of Ragnarok
  4. Ugar
  5. Huginn And Munnin
  6. Risu Raknar
  7. Ragnarok
  8. Vikup
  9. Torem

MORTIIS: DARK DUNGEON MUSIC

El proyecto de HÅVARD ELLEFSEN, más conocido como MORTIIS, es llamativo desde sus inicios. Oriundo de Notodden, Noruega, lleva su proyecto solista con total autonomía, incluyendo los tiempos y la dirección artística. Si alguien sospechaba de una conexión con EMPEROR, estaba en lo correcto, ya que pasó por la mítica banda de black metal.

Sea como sea, el escenario se acomodó rápidamente para MORTIIS, colocando dos afiches repetidos en distintos lados, tanto a la izquierda como a la derecha del escenario. El problema es que estos afiches tapaban parte de la pantalla, impidiendo ver por completo las imágenes de apoyo. Es mi único reparo propiamente tal, porque la propuesta visual y conceptual estaba bien trabajada.

El show se basó en música con teclado y pistas de apoyo, acompañado de un maquillaje ad hoc para la ocasión. Cuando arrancó Født til å herske, Part I, pensé casi de inmediato en la música fúnebre de El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos (no aleguen spoiler, porque la película se estrenó hace 11 años). Los pasajes aumentaban y bajaban en tensión, mientras las imágenes de fondo se iban modificando para dar dinamismo y reforzar el concepto.

Las imágenes variaban desde un personaje representando a la muerte hasta lunas y cielos oscuros. A veces, el teclado/sintetizador sonaba de manera extraña, pero tenía sentido en la propuesta. Luego, la imagen cambió a un cielo con una espada enterrada en el suelo, con pasajes lúgubres que fluctuaban entre lo atmosférico y lo dramático.

MORTIIS saludó al público y nosotros respondimos con aplausos. De manera similar a NYTT LAND, el comportamiento de la audiencia fue de atención absoluta. No había necesidad de saltar ni gritar, sino de observar y sumergirse en la atmósfera creada. Mientras se sumaban pistas con voces fantasmales, la luz amarilla iluminaba el escenario y la imagen cambiaba a un bosque denso.

En medio del set, la imagen de fondo mostró un castillo en la colina con la figura de la muerte rondando. Luego, una montaña apareció en pantalla y más adelante, dos hachas cruzadas. La música seguía oscilando entre pasajes oscuros y momentos de mayor tensión, reforzando la propuesta visual y sonora.

La interpretación de Født til å herske, Part I finalizó con un fade out bien ejecutado, tras lo cual MORTIIS agradeció con gestos de manos los aplausos del público.

Cuando arrancó Født til å herske, Part II, la imagen en pantalla mostraba un emblema que no logré identificar del todo. Todo iba bien hasta que un traspié del sonido hizo que, por un segundo, el volumen se levantara abruptamente, resultando en un ruido molesto. Afortunadamente, no volvió a ocurrir.

Las imágenes en pantalla siguieron cambiando: primero, un castillo en la colina con la muerte rondando; luego, un caballo corriendo en un paisaje desolado que coincidía con el aumento y disminución de la intensidad de la música. Posteriormente, la imagen regresó al escudo y luego a un cielo con figuras flotando que parecían representar espíritus o almas errantes.

Uno de los momentos más llamativos fue cuando, en medio de una sección más intensa, se sumó una pista con un sonido similar a una gaita sintetizada, mientras la montaña volvía a aparecer en pantalla. Poco después, la imagen cambió a la de un viajero solitario.

La variabilidad en la intensidad de la música ayudó a hacer más dinámica la presentación, evitando que se tornara monótona. Luego, MORTIIS procedió a relatar un pasaje en vivo, lo que añadió otro elemento de sorpresa y mantuvo la atención del público.

El último pasaje mostró una imagen de un ejército en formación y con una salida suave y bien ejecutada, finalizó el set. MORTIIS saludó al público por última vez y abandonó el escenario.

Fue un cierre abrupto, pero quiero creer que, debido al horario y siendo domingo en la noche, hubo que redoblar el paso y omitir parte del protocolo. Dicho esto, el evento concluyó de manera directa y sin rodeos.

SETLIST:

MORTIIS

  1. Født til å herske, Part I
  2. Født til å herske, Part II

IMPRESIONES FINALES

Para el cierre, algunas reflexiones: ambas propuestas fueron muy distintas de lo que suele esperarse de un concierto de música en vivo. Ninguno de los actos, ni NYTT LAND ni MORTIIS, pertenece estrictamente al metal, pero su esencia y concepto calzaron perfectamente en este evento.

Eso sí, para disfrutarlo, había que tener paciencia y la mente muy abierta. Quien esperara guitarras distorsionadas y baterías machacantes debía seguir de largo, porque esto era otra cosa. Lo entendimos, lo escuchamos con respeto y nos llevamos un agradable cierre de semana con música en vivo.

Agradezco a SPIDER PROD por apostar por eventos de este tipo. Es bueno que el 2025 arranque con propuestas distintas y bien ejecutadas, más allá de los detalles con el horario, que claramente no pasaron desapercibidos. Fuera de eso, la experiencia fue amena y llevadera.

¡Nos vemos en la próxima!

Review: Adolfo Salinas
Fotografías: Javier Martínez (@javi_yulian.photo)

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