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MASTERS OF ROCK 2025 Día 1: ¡Los Dioses bajaron del Olimpo!

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Una tarde cargada a la lluvia y cielos grises del 23 de abril de 2025 se vivió en Movistar Arena la primera de las jornadas del MASTERS OF ROCK. Congregación que traería una tarde llena de metal de primera categoría de la mano de los chilenos PENTAGRAM CHILE, OPETH, la primera actuación de SAVATAGE en escenarios chilenos y el dios del Heavy Metal mismo junto a JUDAS PRIEST.

PENTAGRAM CHILE

A las 6 de la tarde en punto dio inicio el show de PENTAGRAM CHILE en una cancha que ya estaba semi llena a esa hora, y Fatal Predictions hacía estallar el backline sobre la explanada del Movistar Arena; Anton Reisseneger es un personaje consagrado en la escena underground nacional y justamente se encuentran celebrando este año 4 décadas con PENTAGRAM, partiendo con su primer trabajo en demo el año 1985. Si bien el show de los chilenos era un aperitivo para todas las bandas que se presentarían durante el proceso de la tarde, esto no les dificultó el hecho de que su setlist presentara un tema de su última placa Eternal Life of Madness, lanzado en 2024 con Possessor, para luego cerrar una presentación sólida con Demoniac Possession, que a estas alturas es un clásico infaltable de la banda. El público presentó sus respetos y, después de una espera de 35 minutos exactos, comenzaría la presentación de OPETH.

OPETH

Miguelito” y su banda realmente presentaron un espectáculo que logró pasearse por su discografía de una manera triunfal. Si bien la banda se encuentra presentando su última placa The Last Will and Testament, lanzado en noviembre de 2024, el show partió con Párrafo 1, pero luego de ello vinieron dos temas que ya son clásicos de su arsenal: Master’s Apprentices y The Leper Affinity. El sonido del show fue impresionante y demuestra que la banda se encuentra alineada de una forma asombrosa cuando se trata de afinación y coordinación instrumental. Mikael Åkerfeldt tuvo varios momentos para agradecer al público chileno por la bienvenida y dio cuenta de que era un honor estar tocando sobre el mismo escenario que JUDAS PRIEST, banda que él personalmente había conocido en el año 1987 y, casi 40 años después, estaba abriendo un show para los dioses del metal. Luego vino el turno de In My Time of Need, un verdadero bálsamo para el alma de aquellos que aman ese sonido más acústico de OPETH. Párrafo 3 fue descrita como un reto para la banda por su líder, ya que dentro del mismo tema se deben efectuar afinaciones en distintas notas, por lo cual Mikael indicó: “ojalá lo disfruten, pero no se preocupen si nos ven sudar” en una nota cómica.

Ghost of Perdition fue el preludio perfecto para el encore de la noche, que terminó una presentación tremenda por el cuarteto de Estocolmo con Sorceress y Deliverance, que fue un verdadero espectáculo de 14 minutos del OPETH más death metal. Si bien fue casi hora y media de presentación, para muchos quedó la sensación de un show más extendido, el cual esperamos pueda suceder en algún punto del futuro.

SAVATAGE

Para muchos en Movistar Arena, SAVATAGE era el show más esperado de la noche, ya que esta sería la primera vez del grupo norteamericano tocando en nuestro país. Y si bien era sabido que el show no presentaría nuevo material, ya que el último EP de la banda cuenta del año 2021 con The Hourglass, esto no era un impedimento para recibir un show cargado a la nostalgia y a los clásicos insignes de los originarios de Tampa.

The Ocean y Welcome, del disco The Wake of Magellan, fueron las elegidas para un comienzo que, si bien fue recibido con un ambiente tibio en la cancha y en las butacas de la galería, hubo una evolución bastante interesante durante su show que llevó a la gente a vitorear por una verdadera metal ópera y cómo no, a recibir de forma eufórica a un Zak Stevens en su mejor momento. Temas como Jesus Saves, The Wake of Magellan y Dead Winter Dead fueron afianzando cada vez más a la banda con el público nacional y, en verdad, de forma personal, no podía creer el sonido fiel a los discos de estudio de la banda; es algo que espero sirva a futuro para traer nuevamente a la banda a escenarios nacionales, porque sinceramente necesitan un concierto para toda la fanaticada con una duración que le haga justicia a sus discos más clásicos.

Zak Stevens dio las gracias por la recibida en el país en esta primera vez y siguió regalando temazos como Chance, el himno inmortal The Gutter Ballet y Edge of Thorns, para los corazones sangrantes en la explanada. Zak tomó un momento para agradecer y recordar al público en el Movistar Arena que nada sería posible en SAVATAGE sin el señor Jon Oliva, frontman original de la banda quien, lamentablemente, por un accidente sufrido en el año 2023, el cual le costó la fractura de una de sus vértebras, quedó incapacitado de volver a caminar de forma normal o sin mucho dolor, y sin olvidar que está diagnosticado con la enfermedad de Ménière y esclerosis múltiple. En un momento realmente emocionante hasta las lágrimas, Jon Oliva aparece tocando el piano de Believe y luego es acompañado por toda la banda en el escenario; un verdadero momento que a veces solo el Heavy Metal nos puede obsequiar y que también fue acompañado por imágenes del fallecido guitarrista y cofundador Criss Oliva en 1993.

Sirens y Hall of the Mountain King cerraron con un setlist perfecto, pero con gusto a poco por lo ya mencionado, aunque con la promesa de SAVATAGE, ya confirmada por el mismo Zak Stevens en su Instagram oficial, de que volverán al país, no sin antes agradecer todo el cariño expresado por la fanaticada chilena.

JUDAS PRIEST

¿Qué se puede decir de los dioses del metal que no haya sido mencionado en una trayectoria de más de 50 años? ¿Qué se puede mencionar o detallar sobre Rob Halford a sus 73 años que no haya sido apuntado o vanagloriado con anterioridad? Si hay algo, es que se sigue manteniendo como un dios sobre nosotros, los mortales.

War Pigs de BLACK SABBATH inundó el local por completo junto con el coro incesante del público, y la cancha se agolpaba hacia adelante como una verdadera manada sin control; se avecinaba la banda nacida en Birmingham en un lejano 1970 y su fanaticada lo sabía. El telón que cubría el escenario salió volando como un relámpago de seda y, como si los mismos titanes salieran del Tártaro, JUDAS PRIEST se hizo presente sobre una escalera con el corte inicial de Panic Attack, tema que también abre su última placa Invincible Shield, lanzado en marzo de 2024 y aclamado por la crítica como un disco realmente demoledor.

En un verdadero gancho al mentón y que nadie esperaba, You’ve Got Another Thing Comin’ comenzó a resonar y el público no podía más de la emoción. Richie “Falcon” Faulkner e Ian Hill parecían brillar como hechos de verdadero acero sobre el escenario al entonar clásicos en una seguidilla asesina para un hombre adulto de casi 40 años que quiere gritar las canciones como si aún fuese un adolescente. Rapid Fire, Breaking the Law y Riding on the Wind terminaron de detonar sobre el público, que a estas alturas del set ya no podía más de la emoción, y solo después de una cortísima pausa, comenzaron los acordes de Love Bites, porque esta actuación definitivamente venía cargada a los clásicos junto con temas de su último disco.

Devil’s Child, Saints in Hell, Crown of Horns y Sinner removieron los cimientos del mismo Movistar Arena y Rob Halford estaba una vez más agradecido por el cariño del público, nombrando la larga historia de la banda con nuestro país, rememorando los más de 50 años de trayectoria y cuán feliz se sentía de estar aquí nuevamente. Una versión más lenta de Turbo Lover, pero igual de insigne, hizo temblar sobre la escala de Richter la comuna de Santiago y, antes de comenzar Invincible Shield, Rob se tomó un momento para escuchar al público con el clásico “¡Olé, olé!” y empezó a recordar todos los trabajos de JUDAS PRIEST uno por uno, desde Rocka Rolla hasta Invincible Shield, pero dejando de lado los discos ejecutados por Tim “Ripper” Owens, que más de alguno se dio cuenta.

Scott Travis en la batería tomó el micrófono y, después de saludar al público nacional, mencionó que solo quedaba un tema y que siempre dependía de nosotros el que hubiese más canciones. El público solicitó a gritos Painkiller, y la batería más conocida por los fanáticos comenzó a retumbar en los oídos de todos; una ejecución de este clásico por don Rob Halford que a su edad realmente sorprende, porque lo hace como si no fuese un señor de 73 años, sino como un dios inmortal del Heavy Metal.

El encore vino con The Hellion y Electric Eye, como poniendo el lazo dorado sobre un regalo tremendo, y luego de rugir la clásica motocicleta, Rob Halford hizo aparición en escena montado como un verdadero rebelde entonando Hell Bent for Leather. Finalmente, Living After Midnight fue la elección para terminar un show redondo, tremendo y sin pérdida alguna.

Al finalizar esta reseña, me cuelgo de las palabras de un gran amigo que dio en el clavo con la siguiente frase: “Metal God hay uno solo. El resto lo sigue.”

Review: Mario Salvo
Fotografías: Francisco Perez

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