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BATUSHKA: «Santiago de Chile celebra la asunción de la virgen con una misa negra y blasfema»

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15 de Agosto, 2024, celebramos el día de la asunción de la virgen con la última gira de Batushka, debido a que Bartłomiej Krysiuk no podrá seguir utilizando el nombre de la conocida banda por asuntos legales.

A las 19:50 comienza la banda telonera Unsilent, tocando un black/death metal oscuro y profano. Provenientes de Maule, esta banda chilena deleitó al público que poco a poco comenzó a llegar a Sala Metrónomo para unirse a la ceremonia. La banda tuvo un gran recibimiento y nos dejó animados y preparados para lo que se venía más tarde.

Poco a poco se comenzó a sentir la expectación en el público por el comienzo de la misa negra.

A las 21:00 hrs puntual comienzan a encenderse las velas y se da inicio la liturgia polaca encabezada por Krosyuk y compañía, ingresando uno a uno al escenario descalzos, con sus rostros cubiertos y vestidos con hábitos religiosos, solemnemente preparados para la ocasión. La intro duró 7 minutos aprox, tiempo en que la banda preparó la ceremonia. Comienzan a escucharse las campanas, se encendieron los inciensos y el canto gregoriano mientras el público enciende sus velas. Al fin la espera terminó y se siente un silencio absoluto del público y concentración total para no perderse ningún detalle de este inolvidable culto.

Comienza a sonar Yekteniya I y el público aclama desde el primer momento, el sonido impecable que nos entrega Batushka, nos cala dentro del alma y nos entregamos a la atmósfera densa y oscura que nos ofrece estos exponentes del mejor black metal.

Continúan sus aclamados temas Wieczernia y Powieczerje, y en este momento de la noche notamos que estamos en realidad en un ritual, una experiencia que quedará plasmada en nuestros recuerdos como uno de los mejores conciertos en lo que va del año.

En Yekteniya III comienza un mosh discreto pero intenso y en ese punto nuestras almas ya habían sido arrebatas y dadas en sacrificio a la más pura maldad.

Luego el público permaneció paralizado, todos estábamos totalmente asombrados presenciando este hipnótico concierto. Krosyuk, como un predicador nos dio un sermón de sus mejores temas mientras sonaban las características guitarras de ocho cuerdas con sus atrapantes melodías.

Se escuchan Irmos II y III y sentimos como la oscuridad desplegada en cada canción fue magníficamente ejecutada con una técnica letal, fría y calculada y densa que transporta a la audiencia a un portal infinito de diversos matices que generan un abismo de emociones.

La liturgia finaliza después de una hora y 10 minutos. Nos retiramos sin palabras después de haber presenciado un concierto místico, fue un espectáculo impresionante de una banda simplemente increíble.

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