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DIRKSCHNEIDER en Chile: 40 Años de Balls To The Wall Derrumba Santiago

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El viernes 15 de noviembre, el TEATRO CARIOLA se vistió de acero para recibir al legendario: UDO DIRKSCHNEIDER. Este regreso tan esperado no era uno cualquiera, sino una cita especial que conmemoraba los 40 años de Balls to the Wall, el icónico álbum de su exbanda ACCEPT. Una noche prometedora donde la nostalgia y la fuerza del metal clásico se encontraron para deleitar a los fanáticos.

La jornada arrancó de manera puntual a las 20:00 horas con la presentación de los nacionales CAMUS, una banda de power metal proveniente de Ancud, Chiloé, que desde su formación en 2008 ha dejado huella en la escena nacional. Con la fuerza de Newen, los músicos desplegaron un sonido impecable y letras cargadas de crítica social, marcando un inicio vibrante para la noche. Sin dar respiro, continuaron con Llanto y Dolor, un tema que rápidamente conectó con el público, incitado por el vocalista a corear los primeros “¡hey, hey!” de la noche. Como gesto especial, al finalizar el tema, la banda agradeció la respuesta de los asistentes regalando discos, creando un momento de conexión con la audiencia.

CAMUS aprovechó para presentarse oficialmente y agradecer al público por su apoyo y a la productora por brindarles la oportunidad de ser parte de esta velada única. Sin perder tiempo, dieron paso a Corazón de Rock’n Roll, un tema con un estilo más orientado al heavy metal. Aunque el ritmo permitió un leve descanso al público, la banda mantuvo intacta su intensidad y pasión, logrando que la energía en la sala no decayera.

“¡Somos CAMUS!”, exclamó el guitarrista con entusiasmo, desatando la euforia al preguntar quién quería una polera de la banda. Pero había una condición: quien la atrapara debía ponérsela y disfrutarla al máximo. Este gesto avivó aún más los ánimos justo cuando arrancaron con Jaguar, un tema que regresó al poderoso estilo power metal que define a la banda. La canción parecía hecha a medida para provocar un moshpit en la cancha, mientras la energía de la audiencia crecía al compás de los contundentes riffs y la fuerza de la batería.

El vocalista se dirigió nuevamente al público con palabras de agradecimiento, anunciando que el siguiente tema sería el último de la noche, dedicado al mar, un símbolo que, según él, “es de todos y no se vende”. Aprovechó también para agradecer a CHARGOLA y a Renzo Palomino (vocalista de HEILIGEN y parte de PowerOfMetal.cl) por hacer posible su presencia en el Teatro Cariola. Así, dieron paso a Ya Todo Se Vendió, una canción emotiva cargada de energía y con un mensaje directo que dejó una huella en la audiencia. Sin duda, uno de los momentos más altos de la presentación, que cerró de manera impresionante.

La banda se despidió del público, que rondaba las cien personas, regalando discos y firmando recuerdos para los más cercanos. Mientras tanto, se preparaban para capturar la noche en una foto grupal, un momento que sellaba la magia del concierto.

CAMUS entregó una excelente presentación: un show preciso, sólido y lleno de potencia, tocando principalmente temas de su primer disco. Hicieron vibrar al público con sus poderosos riffs y su velocidad característica, mientras mantenían un sonido impecable de principio a fin.

La fiesta del metal continuó a las 21:00 horas, cuando los santiaguinos BATTLERAGE, de amplia trayectoria, tomaron el escenario para ofrecernos una explosiva dosis de heavy metal. Abrieron su set con Wine of The Wicked, un tema que golpeó con fuerza, causando reacciones inmediatas en el público, que comenzó a moverse al compás de los riffs pesados y la energía arrolladora de la banda.

El vocalista se dirigió al público, anunciando que el siguiente tema era un clásico de los viejos tiempos: By Steel I Reign Supreme. La respuesta del público no se hizo esperar, desatando una euforia contagiosa entre las aproximadamente cuatrocientas personas presentes. Durante la canción, el vocalista interactuó activamente con la audiencia, creando una conexión única. En un momento teatral, paseó por el escenario con un cuerno lleno de cerveza, del cual bebía a medida que avanzaba la canción.

La banda agradeció efusivamente la entrega del público y compartió una anécdota personal: ACCEPT fue la primera banda que escuchó el vocalista, y su influencia ha sido una constante fuente de inspiración a lo largo de los años. Con esa emoción a flor de piel, llegó el turno de Immortal Sin, una canción de su último disco. En comparación con los temas anteriores, esta pieza presentó un ritmo más tranquilo, ofreciendo un respiro momentáneo antes de continuar con la intensidad del show.

Un leve problema técnico interrumpió momentáneamente la presentación, pero el vocalista, con gran carisma, aprovechó el momento para interactuar con el público, manteniendo la conexión y el entusiasmo mientras se resolvía la situación. Luego de este pequeño contratiempo, la banda presentó un adelanto de su próximo lanzamiento: Para Bien o Para Mal. Este tema fue una verdadera explosión de energía, con riffs imponentes y una intensidad que no dio tregua.

Para poner el broche de oro a su demoledora actuación, el tema elegido para el cierre fue Heavy Metal Axe, una composición cargada de potencia y con una clara influencia de ACCEPT, pero con la impronta única de BATTLERAGE. Esta canción se convirtió en el punto culminante del show, haciendo que el público se entregara por completo, disfrutando cada acorde con fervor y pasión.

Tras las destacadas presentaciones de las bandas nacionales, finalmente, alrededor de las 21:00 horas, llegó el esperado regreso de UDO DIRKSCHNEIDER a suelo chileno. En esta ocasión, UDO se presentó con su banda DIRKSCHNEIDER, un proyecto dedicado a rendir homenaje a los grandes clásicos de ACCEPT, su antigua banda. Para hacer este regreso aún más memorable, la alineación contó con la participación de un verdadero ícono del metal: PETER BALTES, quien fue parte fundamental de ACCEPT desde sus inicios, trayendo consigo toda su maestría y legado musical.

Y qué mejor manera de comenzar que con el emblemático Fast As The Shark, que desencadenó de inmediato la euforia en el Teatro Cariola. Saltos, moshpits y una energía imparable tomaron el control del lugar, mientras el público respondía con puños alzados en señal de agradecimiento. Sin descanso, UDO y su banda siguieron con Living for Tonite, un tema más rock’n rollero del aclamado Metal Heart, mientras el público coreaba y disfrutaba cada momento de este regreso triunfal.

UDO, con su característica energía, gritó: “¡Muchas gracias, Santiago de Chile!”. Luego, se dirigió al público y preguntó cómo lo estaban pasando, recibiendo una respuesta vibrante y variada de parte de los asistentes, mientras introducía lo que sería su siguiente tema: Midnight Mover. La fiesta continuó con una ola de clásicos: primero sonó Breaker, seguida de Flash Rockin’ Man, y la imponente Metal Heart, que dieron cierre a esta primera parte del show de manera espectacular. El sonido fue en su mayoría impecable, aunque hubo algunas leves saturaciones, mientras que el Teatro Cariola se encontraba a poco más de la mitad de su capacidad.

Como mencioné anteriormente, este concierto tenía un toque especial, ya que UDO DIRKSCHNEIDER y su banda se habían propuesto interpretar una de las joyas más grandes de la discografía de ACCEPT en su totalidad: Balls to the Wall, el icónico quinto álbum de estudio lanzado en 1983.

Cuando los primeros riffs de Balls to the Wall resonaron en el aire, el público estalló inmediatamente en saltos y movimientos, respondiendo con una energía arrolladora. La euforia continuó sin freno mientras la banda siguió con London Leather Boys, Fight It Back y Head Over Heels, tocadas en el mismo orden que en el disco original, creando una atmósfera única de nostalgia y adrenalina.

Al adentrarse en la segunda mitad del disco, la banda presentó Losing More Than You’ve Ever Had, Love Child, Turn Me On y Losers and Winners. Las dos últimas canciones se convirtieron en los momentos más intensos de esta parte del set, dejando una huella profunda en los asistentes con su fuerza y contundencia. Para cerrar esta magnífica parte del show, llegaron los últimos dos temas del álbum: Guardian of the Night y la emotiva Winter Dreams, que ofrecieron un respiro melódico en medio de la potencia del set.

Tras culminar la presentación de Balls to the Wall, las sorpresas continuaron. UDO, con su energía desbordante, preguntó si estaban listos para lo que seguía, y la respuesta del público fue unánime. La introducción de Princess of the Night llenó el aire, un clásico inconfundible que elevó el ánimo de todos. En este momento, la interacción con la audiencia alcanzó su punto máximo, con el clásico “ohh ohh ohh ohh” resonando en todo el teatro mientras seguíamos el ritmo del riff, para luego cantar todos juntos en el coro. Pero la banda no se detuvo y nos sorprendió con otro himno inolvidable: Up to the Limit, que volvió a encender al público, manteniendo la euforia al máximo.

Para cerrar el espectáculo, la banda nos obsequió Burning de Breaker, un tema que hizo que el público diera lo último de sí, entregándose sin reservas a la energía de la banda. El teatro se llenó de una última explosión de emoción mientras todos nos dejamos llevar por el poder de este clásico.

El evento llegó a su fin, y la banda, visiblemente agradecida, lanzó uñetas, el setlist y otros recuerdos al público. Con sonrisas y aplausos, se despidieron, agradeciendo a todos por una noche inolvidable.

Esta presentación quedará grabada en la memoria de todos, desde los seguidores más leales hasta los que por primera vez presenciaron a este coloso del metal. ¡Y qué manera de hacerlo! Es complicado elegir un solo momento que destaque, porque cada instante del concierto fue especial. El sonido fue excelente, y la voz de UDO, que parece resistir el paso del tiempo, sigue estando en una forma impresionante. No puedo dejar de mencionar a su banda, comenzando por PETER BALTES, un bajista de gran nivel, junto a los demás músicos que lo acompañaron, todos ejecutando las canciones con una perfección notable. Solo me queda agradecer a estos increíbles músicos por el espectáculo que nos ofrecieron. Ojalá tengamos la oportunidad de verlos nuevamente, tal vez en una futura gira de aniversario de algún otro disco… ¡Soñar no cuesta nada!

¡El heavy metal ha triunfado una vez más! Agradecimientos a CHARGOLA por la invitación a este tremendo concierto.

Review: Alvaro Parra
Fotografías: Taís Rojas

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