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GUTALAX en Chile: Revolviendo la fiesta y desbordando Grindcore

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Una tarde cualquiera… hasta que la diarrea sonó en blast beat. Lo que se vivió en el Teatro Cariola fue un aquelarre fecal, una romería del grind, una bacanal sudorosa donde los overoles blancos se mezclaron con sopapos, moshpits, escupitajos guturales y sonrisas perturbadas.

GUTALAX, los reyes indiscutidos del goregrind diarreico, coronaron una jornada insana donde también brillaron los puños en alto y la crítica social de HACHA, el crossover afilado de GORDOM y el apocalipsis grindcore sin tregua de BATAKAZZO. Desde aliens  hasta monjas sexys, pasando por dinosaurios, frutas y Borats: todos vinieron a rendir culto a la mugre sónica. Y sí, el teatro sobrevivió… pero nuestras cervicales no.

Aviso: esta reseña tiene altos índices de vulgaridad, mal gusto, olor a sobaco, líquidos burbujeantes, sonidos peorreicos y bajos índices de higiene en general. No leer mientras se ingieren alimentos.

HACHA

Los encargados de dar la bienvenida a la noche fueron los curicanos HACHA, su grindcore/crust punk de temática social no dio tregua a los presentes que desde las 18:00 ya esperaban expectantes.

Todo comenzó puntual a las 18:55, como estaba pactado, y grata fue la sorpresa de la cantidad de gente que había al inicio del show. Sabido es por todos el revuelo que ocasionó cuando se dieron los primeros horarios, debido a una mala planificación del tour manager de la gira de GUTALAX por Latinoamérica, que obligaba a la banda a no cerrar su show (al parecer, dormir es muy poco grind cuando se está de gira). De todas formas, el traspié se corrigió, se ajustaron un poco más los horarios y el Teatro Cariola estaba lleno para ese momento.

HACHA lo supo aprovechar de sobremanera y su trabajo como abridor del evento fue potente y directo, como su nombre lo expresa.

Presentaron gran parte de su material en un set de 15 canciones que, sabiendo cómo es el estilo al que pertenecen, no temen en experimentar un poco con la trutruca para dar aires de guerra al inicio de sus canciones o para hacer pausa entre las mismas, lo que hizo que se sintiera fresco dentro de un estilo que de armonía tiene prácticamente nada.

30 minutos fueron suficientes para dejar al público con las pilas cargadas y el estómago revuelto para la descarga que seguía. Si gustas de bandas como WORMROT (Singapur), HACHA es una muy buena propuesta nacional.

12

GUTALAX

La escatológica y fecaloide propuesta que vienen haciendo los checos GUTALAX desde 2009 es, sin lugar a duda, una de las más eficientemente inusuales que hay en todo el espectro musical. Su goregrind 100% orgánico (ustedes entienden, no hacen falta más explicaciones) es el mero pretexto para desinhibirse y entregarse a la fiesta que montan allá donde se presenten. Y por supuesto, como somos el mejor país de Chile, prendemos con agua (cerveza derramada en este caso) y somos líderes indiscutidos del webeo. Todos los ingredientes servidos para una acabose bíblica: fue la fiesta más divertida en años de la que se haya tenido precedentes.

Siguiendo el tema de los horarios acotados de la gira, GUTALAX no tuvo tiempo para probar sonido previo a la apertura de puertas, por lo que tuvieron que hacerlo en un Teatro Cariola con más de 1.200 asistentes. Por supuesto que al segundo uno se formaron los primeros mosh, el ambiente era de webeo puro, y la banda de haber querido, comenzaba el show en ese mismo momento. Pero había que hacerlo profesional, así que había que esperar un poco más. De todas formas, nos regalaron 2 canciones extras.

20:30 hrs y, como lo indica el cronograma, comenzó la entusiasta canción de los Cazafantasmas de Ray Parker Jr., intro elegida desde el inicio de su carrera, para dar el abrupto corte con el primer “oink” de la noche y volver el “hora punta del metro simulator” que era la cancha del teatro en un caos de circle-pit, moshpits, cuerpos sudados y otras cosas difíciles de clasificar. La cadena había sido tirada y salpicó para todas partes.

Los asistentes, por otro lado, todos sudados hasta el nuesni, fueron de lo más variopinto, lo que daba a la bacanal romana en que se había transformado esto un aire a desfile de modas sórdido de lo más divertido: monjas sexys, los Power Rangers de todos los colores, payasos asesinos del espacio exterior, aliens, corpóreos de frutas, una dinosauro que subió en un momento al escenario a descontrolar aún más si se podía todo esto. Incluso los más osados, homenajeando a Borat, el mítico reportero de Kazajistán en su icónico traje de baño, fueron igual de emblemáticos que la banda. Por supuesto, la Plomero Army se hizo presente con sus overoles blancos, sopapos, hisopos de limpieza, rollos de confort cual granadas y el cotillón que hiciera falta.

Un total acierto y éxito rotundo el espectáculo tanto sobre el escenario como abajo de este. Una hora de intensísimo show en el cual la banda dio lo mejor de sí y el público respondió con el doble de energía, curadera y, por supuesto, buen humor. Si hay algo más potente que la diarrea, es el webeo del chileno cuando le dan rienda suelta. Magnífico.

11

GORDOM

Tras el torbellino que fue GUTALAX, con su goregrind humorístico y escatológico, a las 21:40 y sin rodeos GORDOM tomó el escenario con una precisión quirúrgica, demostrando que el crossover thrash no ha perdido ni un ápice de su poder.

Ante un Teatro lo más parecido a un baño de estadio que otra cosa, con vibras a DRI y BRUJERÍA, su crossover thrash bien ejecutado terminó por barrer las sobras dejadas tras la explosión que fue GUTALAX. Si bien la banda principal había terminado y disminuyó la asistencia general, seguía habiendo público suficiente el cual quería seguir con el alboroto.

Conocidos por su energía arrolladora y letras cargadas de crítica social, no dieron tregua. Desde el primer riff, el público se entregó al mosh, ahora más violento, que contrastaba con la atmósfera festiva y desenfrenada que GUTALAX había dejado tan solo hace un par de minutos.

Temas como «Violencia Necesaria» y «Causas Podridas» resonaron con fuerza, recordándonos la vigencia de su mensaje. La ejecución impecable de cada instrumento, destacando la tecnicidad de su baterista, sumada a la voz potente y desgarradora de Kamilo Rudo (vocalista), crearon una experiencia catártica que dejó al público exhausto pero satisfecho de un metal más canónico.

GORDOM demostró en sus 30 minutos de presentación que, a pesar de compartir escenario con una banda tan peculiar como GUTALAX, su propuesta musical tiene la fuerza suficiente para codearse con los más extremos sinsentidos musicales.

2

BATAKAZZO

Uiiih-uiiih! ¡grrr… oooink, iiiik-iiiik! uuiiiiiiiiiiiih oink, grrr, ¡¡¡aaaaaarrg!! uiiih-uiiih! ¡uiiih-uiiih! ¡uiiih-uiiih! ¡uiiih-uiiih! ¡iiiik-iiiik iiiik-iiiik grrr! ¡uurrg, aarg iiihh oink oink oink uiiih-uiiih!

Un telón con una mancha a modo de logo es todo lo que necesitó BATAKAZZO para dejar hecho pulpa lo ya dejado irreconocible por GORDOM.

En una noche donde el crust, el goregrind y el crossover thrash fueron los protagonistas, BATAKAZZO se alzó como la banda más extrema con su grindcore al hueso. No hubo prueba de sonido: subirse, tocar y moler son los principios fundamentales de los copiapinos. Si te gusta, bien; si no, ya te fuiste.

Desde el primer segundo, BATAKAZZO demostró por qué son considerados una de las bandas más extremas de la escena chilena. Su sonido, una mezcla caótica de blast beats ensordecedores, riffs frenéticos y los guturales, gruñidos de puerco y más guturales del apoteósico Óscar Plaza (vocalista), son una experiencia inenarrable, cual entidad de horror cósmico se manifiesta sobre un escenario.

Energías ya no había para moshpits, con canciones que oscilaban entre el 01:30 y los 2 minutos como máximo —siendo algunas no más allá de un par de segundos—, lo único que quedaba era hacer headbanging con la mayor brutalidad posible. ¿Cuello? El grindcore no sabe de cuello cuando los blast beats resuenan por lo alto.

BATAKAZZO demostró que el grindcore no es solo ruido y caos, sino también una forma de expresión visceral y catártica, haciendo que GUTALAX fuera prácticamente La Granja de Orson a su lado y que el verdadero jabalí enrabiado ahora sí estaba suelto.

Pasadas las 23 horas se dio término al show de BATAKAZZO, marcando así el punto final al extremo festival.

10

Quiero destacar el buen trabajo de toda la técnica, que hicieron de la experiencia un deleite, sabiendo lo extremo de la música de la jornada y que, a pesar de todo, los baños del teatro se mantuvieron limpios y pulcros durante todo el concierto.

Review: Nicholas Wuthrich
Fotografías: Sebastián Manson

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