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CL.PROG 2025: ¡El Metal Progresivo se vive en Chile!
El sábado 15 de marzo fuimos testigos de la tercera edición del festival CL PROG, el evento de rock y metal progresivo más importante de Sudamérica, que ya se ha consolidado como un clásico dentro del calendario musical chileno. Año a año, el festival se ha distinguido por reunir a destacadas bandas del circuito progresivo mundial, brindando una experiencia única para los seguidores del género en nuestro país.
En esta ocasión, el recinto elegido sorprendió gratamente: una modalidad open air en la explanada de Matucana 100, lo que ofreció un entorno distinto, con una atmósfera más abierta y cercana, ideal para disfrutar de una jornada musical extensa y de alta calidad.
Los encargados de abrir el evento fueron los nacionales DELTA, una de las agrupaciones más relevantes del progresivo chileno. Liderados por Nicolás Quinteros y Paula Loza, la banda presentó material de su nuevo álbum Gemini, junto con una selección de sus clásicos, en el marco de la celebración de sus 20 años de trayectoria.
DELTA dio inicio a la jornada de forma puntual a las 17:30 horas, con un sonido impecable que desde el primer minuto dejó en claro el nivel técnico y profesional del festival. La potente y versátil voz de Paula Loza destacó a lo largo de toda la presentación, sorprendiendo al público con su capacidad para transitar desde registros melódicos hasta pasajes más guturales, dotando de intensidad y carácter a cada interpretación.
El setlist comenzó con Fears, seguida por The Tower, momento en que Paula se dirigió al público para agradecer su presencia, lo que generó una cálida respuesta y provocó las primeras palmas de la tarde. La energía continuó con Oceans, y luego con The Humanest, tema que la banda presentó como una reflexión sobre la relación amorosa entre una inteligencia artificial y un ser humano, explorando temáticas modernas con una sensibilidad lírica muy propia del género.
El cierre llegó con Gemini, canción que da nombre a su más reciente trabajo discográfico. La banda se despidió visiblemente emocionada, agradeciendo nuevamente a los asistentes y capturando el momento con la clásica selfie junto al público.
Fue un show de alta calidad, centrado principalmente en sus dos últimos trabajos: Fears (2021) y Gemini (2024), confirmando el sólido presente de una agrupación que, a lo largo de dos décadas de trayectoria, ha sabido consolidarse como uno de los grandes estandartes del metal progresivo chileno. Su combinación de virtuosismo, identidad sonora y conexión con el público los mantiene como una referencia indiscutida dentro de la escena nacional.
La siguiente y última banda nacional en subir al escenario fue AISLES, agrupación santiaguina formada en 2004 y considerada una de las propuestas más refinadas e internacionales del rock progresivo chileno. A lo largo de su trayectoria, han sido reconocidos por su sonido sofisticado, que combina elementos del rock sinfónico clásico con influencias contemporáneas, y por una marcada sensibilidad melódica y conceptual.
Con varios discos a su haber —entre ellos In Sudden Walks y 4:45 AM, ambos destacados por medios especializados de Europa y Estados Unidos—, la banda ha representado a Chile en escenarios internacionales y mantiene una base sólida de seguidores tanto dentro como fuera del país.
Su presentación en CL.PROG comenzó puntualmente a las 18:30 horas con Fast, una apertura enérgica que marcó el tono de un show cargado de emoción y técnica. Le siguió 4:45 AM, tema que evoca reminiscencias a los pasajes más clásicos de RUSH, tanto por su estructura como por su atmósfera melancólica y expansiva.
Luego fue el turno de Thanks to Kafka y Time, temas en los que se lució la precisión instrumental del grupo y la interpretación vocal de Israel Gil, quien no solo domina los matices del estilo, sino que también conecta con el público de manera cercana y genuina.
Antes de interpretar su más reciente sencillo, The Dream, la banda se tomó un momento para agradecer la invitación al festival y compartir la emoción de ser parte del evento. Posteriormente, realizaron un breve interludio basado en un pasaje literario, en el que parte del público reaccionó espontáneamente gritando “¡Bahamut!”, a lo que Israel respondió con una sonrisa cómplice antes de dar paso a un segmento instrumental sobresaliente, repleto de técnica y sensibilidad.
El clímax de la presentación llegó con el último tema de la jornada: Megalomaniac, anunciado con entusiasmo por el vocalista con un “¡Somos AISLES!”, desatando una de las ovaciones más potentes del primer bloque del festival. Un cierre a la altura de una banda que, con elegancia y contundencia, reafirmó por qué es una de las grandes representantes del progresivo nacional a nivel internacional.
Con esto llegamos a la mitad del festival y al comienzo del cartel internacional. Los primeros en tomar el relevo fueron los argentinos PRESTO VIVACE, agrupación formada en 1995 en la ciudad de Buenos Aires y reconocida como una de las bandas más técnicas y sólidas del progresivo latinoamericano. A lo largo de casi tres décadas de trayectoria, han desarrollado un estilo propio que mezcla el metal progresivo con elementos del jazz fusión y la música clásica contemporánea, lo que los ha llevado a compartir escenario con nombres como SYMPHONY X y DREAM THEATER, consolidando una propuesta compleja, intensa y profundamente musical.
En esta ocasión, llegaban a Chile para presentar en vivo su más reciente trabajo, Inmanencia, junto a algunos de sus clásicos más celebrados.
Su show, originalmente agendado para las 19:30, sufrió un leve retraso, comenzando finalmente a las 19:40 horas. La apertura estuvo a cargo de La Advenediza, donde enfrentaron algunos problemas técnicos con el micrófono del vocalista. Sin embargo, esto no fue impedimento para que la banda desplegara todo su virtuosismo sobre el escenario. Rápidamente, el público fue arrastrado por la intensidad de la ejecución, con solos de guitarra y bajo de altísimo nivel técnico, que dejaron en éxtasis a los asistentes. Al finalizar la pieza, el vocalista agradeció la cálida recepción de la audiencia chilena, marcando un momento de cercanía y humildad.
El segundo tema fue La dictadura de las máquinas, uno de los puntos más altos de su presentación. Este clásico de la banda, con una duración superior a los 13 minutos, sumergió a los presentes en una odisea sonora repleta de cambios de ritmo, estructuras intrincadas y secciones instrumentales que transitaban entre la tensión y la liberación, generando una experiencia absorbente, tanto a nivel emocional como técnico.
Finalmente, anunciaron su último tema: Solo por Hoy, que cerró su paso por CL.PROG de manera magistral. Fue una presentación de gran nivel, caracterizada por una exquisita técnica musical donde brillaron especialmente los solos de guitarra y la ejecución del bajo, instrumentos que llevaron el hilo conductor de las composiciones.
Si bien el número de canciones fue acotado, cada una de ellas superó los diez minutos de duración, permitiendo a la banda explorar diferentes paisajes sonoros que transportaron al público a una travesía por terrenos introspectivos, enérgicos y sofisticados. Una muestra contundente de por qué PRESTO VIVACE sigue siendo un referente indiscutible del progresivo en habla hispana.
Uno de los números más esperados de la noche estaba por comenzar: el inesperado regreso a los escenarios de TEXTURES, banda neerlandesa de metal progresivo fundada en 2001, que marcó una época dentro del género por su fusión única de agresividad, técnica y sensibilidad melódica.
Tras un receso indefinido iniciado en 2017, la agrupación retomó su actividad en 2023, causando una verdadera conmoción entre sus seguidores. Su regreso no solo significó una segunda vida para el grupo, sino también el tan anhelado debut en suelo chileno, un hito para los amantes del progresivo extremo y djent que han seguido su carrera desde discos emblemáticos como Drawing Circles (2006), Dualism (2011) y Phenotype (2016). Su presencia en CL.PROG 2025 no solo elevó el cartel internacional, sino que consolidó al festival como una plataforma de nivel mundial.
La banda comenzó su show puntualmente a las 20:30 horas, con una introducción atmosférica que dio paso a Laments, tema que desde los primeros compases desplegó todo el arsenal técnico, rítmico y emocional característico de TEXTURES. La potencia vocal de Daniël de Jongh, actual frontman del grupo, se impuso desde el inicio con una ejecución precisa que alternaba guturales feroces y pasajes melódicos de gran calidad.
Tras los aplausos iniciales, Daniël saludó al público con un efusivo “¡Gracias, Santiago!” antes de continuar con Storm Warning, donde la banda reforzó su propuesta con una mezcla impecable entre potencia y sofisticación.
Con un sonido nítido y envolvente, TEXTURES se dirigió nuevamente a los asistentes para expresar su alegría por estar por primera vez en Chile, un gesto que fue recibido con ovaciones sinceras. Acto seguido interpretaron Reaching Home, con pasajes melódicos que contrastaban con los momentos más extremos del set, seguida de New Horizons y Regenesis, ambas provenientes de Phenotype (2016), álbum que refleja el equilibrio perfecto entre brutalidad rítmica y sensibilidad progresiva. La ejecución de estos temas en vivo fue precisa y poderosa, con una batería milimétrica y guitarras que tejían texturas densas y emotivas.
El set continuó con Messengers, canción que provocó una fuerte reacción del público, completamente entregado a la intensidad de la banda. En este punto, Daniël instó a la audiencia a elevar aún más su energía, solicitando “¡Todo el ruido posible!” —y fue exactamente eso lo que recibió: una explosión de euforia, gritos y saltos, en un ambiente totalmente dominado por la conexión entre banda y asistentes.
La parte final del show incluyó Zman y Timeless, esta última también del álbum Phenotype, donde la banda demostró nuevamente su capacidad de mezclar riffs complejos con melodías atmosféricas sin perder cohesión ni impacto. En un momento especial de la noche, compartieron con el público una excelente noticia: TEXTURES se encuentra actualmente grabando un nuevo álbum de estudio, información que fue recibida con aplausos entusiastas.
Sin dar tregua, lanzaron al público a un torbellino de energía con Stream of Consciousness, donde la banda incitó a un circle pit y el público respondió de inmediato: el mosh pit cobró vida al ritmo devastador de la canción, en uno de los momentos más viscerales de toda la jornada. El frenesí continuó con Singularity, manteniendo la intensidad antes de llegar a un cierre más introspectivo.
Con un outro ambiental, la banda se despidió visiblemente emocionada. Antes de bajar del escenario, pidieron al público una foto para inmortalizar este épico momento, cerrando una presentación demoledora, impecable en lo técnico y profundamente emotiva.
El debut de TEXTURES en Chile fue, sin lugar a dudas, uno de los puntos más altos de CL.PROG 2025, dejando una marca indeleble en todos quienes presenciaron este show demoledor.
El broche de oro para esta tercera edición del CL.PROG no podía estar en mejores manos. Tras dos años de espera, regresó a nuestro país uno de los nombres más importantes del rock y metal progresivo contemporáneo: LEPROUS.
Los noruegos han forjado una sólida carrera desde sus inicios en 2001, evolucionando desde una propuesta de tintes oscuros y técnicos hasta un sonido más introspectivo, melódico y emocional, manteniendo siempre su identidad intacta. En 2023, ya habíamos sido testigos de una visita de su vocalista Einar Solberg, quien presentó su material solista en un show íntimo, pero esta vez era el turno de ver a la banda completa en su máxima expresión. Llegaban para presentar su más reciente álbum, Melodies of Atonement (2024), uno de los trabajos más personales y atmosféricos de su discografía, y el entusiasmo del público lo reflejaba desde mucho antes de que comenzara su actuación.
El show comenzó a las 22:03 hrs, con una puesta en escena sobria pero elegante, y con Silently Walking Alone como carta de apertura, tema que fue muy bien recibido por un público que ya se encontraba completamente entregado. A continuación sonó The Price, uno de los himnos de su era más clásica, que generó una altísima interacción entre banda y audiencia. Desde los fanáticos más acérrimos hasta quienes recién comenzaban a adentrarse en su música, todos coreaban y sentían cada nota. Fue en ese momento cuando Einar se dirigió al público con un efusivo: “¡Chileeeeee, wooooow! ¿Cómo están?” para luego, entre risas, comentar lo estresante que le resultaba intentar hablar en español. “¡Ilumínate!” gritó antes de dar paso a Illuminate, donde los juegos de luces acompañaron magistralmente la intensidad emocional del tema, creando uno de los primeros grandes momentos del show.
El setlist continuó con I Hear the Sirens y Like a Sunken Ship, ambas del nuevo álbum, con esta última destacando por su coro contagioso que permitió una hermosa interacción entre banda y público a través de los característicos “Lalalalala”. Einar, en un simpático intento por seguir hablando español, agradeció nuevamente y luego confesó que prefería volver al inglés por lo agotador que le resultaba el idioma en estos días. Fue entonces cuando propuso un pequeño juego: preguntó al público en qué disco descubrieron a LEPROUS, y planteó una elección entre dos temas. Los fans respondieron con fuerza pidiendo ambos, pero finalmente se decantaron por Passing, una joya de su álbum debut, Tall Poppy Syndrome.
La presentación prosiguió con Distant Bells y Nighttime Disguise, una dupla que marcó la mitad del show y que sirvió como ejemplo perfecto del enfoque emocional y progresivo que caracteriza a la banda. Luego vino otro estreno en vivo: Unfree My Soul, donde Einar se sentó al teclado mientras el tecladista se sumaba a las percusiones, generando una dinámica visual y sonora que enriqueció notablemente la experiencia. Entre aplausos y ovaciones, el público chileno coreó con fuerza los tradicionales “¡Olé, olé, olé, LEPROUS, LEPROUS!”, en una de las postales más vibrantes del festival.
Einar, visiblemente emocionado, volvió a hablar con el público para rememorar su primera visita a Chile y que en esa oportunidad venían de lanzar un single. Fue entonces que anunciaron Below, desatando la euforia colectiva. A continuación, compartieron una experiencia muy especial: Faceless, canción de su último disco, fue parte de un concurso global donde fans de distintos países participaron en la grabación del tema. Varios de los seleccionados eran chilenos, y para sorpresa de todos, durante el coro final comenzaron a subir al escenario en tres grupos para interpretarlo junto a la banda. Fue un momento único y profundamente emocionante, tanto para los asistentes como, sin duda, para quienes tuvieron el privilegio de estar sobre el escenario con sus ídolos.
En la recta final, LEPROUS interpretó Castaway Angels y el clásico From the Flame, manteniendo al público en un estado de euforia absoluta. Pero el cierre emocional llegó con Slave, coreado con fuerza y pasión, dejando una sensación de catarsis colectiva. El encore lo protagonizó Atonement, otro corte de su más reciente entrega, cerrando con la introducción de The Sky is Red, que dejó a todos con la piel erizada.
LEPROUS demostró por qué es uno de los máximos exponentes del progresivo moderno. Supieron llevarnos a través de pasajes melancólicos, explosiones rítmicas, momentos introspectivos y otros cargados de energía. La voz prodigiosa de Einar Solberg se alzó como un faro en cada interpretación, permitiéndole a la banda alcanzar matices únicos y conmovedores. Solo gratitud quedó flotando en el aire, sellada en la última foto grupal que inmortalizó una jornada que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.
El CL.PROG Festival ha marcado un antes y un después en la escena del rock/metal progresivo en la región, y promete seguir creciendo como un referente cultural para el próximo año. Con su próxima edición confirmada para marzo de 2026, las expectativas ya están altas y los fanáticos esperan con ansias una nueva oportunidad para disfrutar de la música progresiva en su máxima expresión.
Agradecimientos a las productoras Spider y Santiago Fusión por hacernos parte de esta fiesta progresiva.
Review: Alvaro Parra
Fotografías: Francisco Aguilar
