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WARDRUNA en Chile ¡¡”No es solamente de Vikingos”!!

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Wardruna en Chile

“Debut soñado”, “la primera no se olvida nunca” y varias frases de ese calibre también podrían referirse al debut de WARDRUNA en Chile (ya sabrán la razón). Porque para apreciar la música, el ritual y la conexión con la historia no hay que ser vikingo. Aunque es cierto que al oír la música de WARDRUNA resulta inevitable pensar en vikingos.

Llegando al Teatro Caupolicán, las filas eran bastante largas, tanto de tribuna como de cancha, y la acreditación no fue por San Diego sino por Licoyán. Mientras esperábamos el momento de la misma, conversamos con la gente de varios medios y notamos a unos serenenses que viajaron para cubrir el evento. Una vez dentro, se notaba la expectativa: el recinto estaba bastante ocupado, la tribuna estaba llena en la parte central y las laterales casi llenas. La cancha estaba prácticamente llena. Y como era el concierto de WARDRUNA, más de alguno aprovechó para ir con ropa “especialmente para la ocasión” o, aunque sea, alguna inscripción tipo runa en el rostro. El ambiente estaba bueno y el escenario se veía fenomenal. Haciendo un paneo general encontré una bandera de Noruega en el palco. Mientras tanto, en la pantalla se proyectaba el logotipo de WARDRUNA.

 

WARDRUNA y su “Riitiir”

A las 20:59 se apagan las luces y “nos volvemos monos” gritando porque iniciaba el concierto. WARDRUNA debuta en Chile con “Kvitravn”, el trance es total. Einar Selvik toma las riendas con su etérea voz y su capacidad de tocar varios instrumentos. El arranque me encanta porque la puesta en escena es muy llamativa, el sonido impecable, un arreglo de luces que realmente sumaba muchos puntos y lo más importante: los músicos con una entrega sublime. Fue hermoso sentir cómo se complementaban las voces de Einar Selvik y la destacable Lindy-Fay Hella. La ovación fue total y “Skugge” continúa el ritual; recién vamos en la segunda canción y todo es maravilloso. Es llamativo cómo al momento de tocar cada canción había predisposición al silencio, incluso escuché voces callando a otras. Mientras el tema en su segunda mitad está muy marcado por la percusión y no pocos empezamos a aplaudir al compás. La cosa pinta muy bien.

Pero la pantalla de fondo, si bien no la usaron en exceso, debo reconocer que uno de los momentos donde mejor se aprovechó y mejoró aún más la experiencia fue en la tercera canción llamada “Solringen”. Empieza con un anillo que lentamente empieza a tomar su forma completa, sobre todo cuando Eilif Gundersen toca la flauta; cuando el anillo está completo, la canción sigue su curso. La experiencia fue para enmarcarlo y no pocos aprovechaban de tomar registros con sus celulares y asumo que los fotógrafos “se hicieron la América” tomando fotos. Espectacular performance que merecía con creces la ovación total del Caupolicán.

El concierto no dejaría a nadie indiferente, y es que “Heimta Thurs” con su arranque tipo “sonido profundo” no iba a bajar la emotividad. Sus percusiones marcando los tiempos nos tenían en un verdadero trance, con un arreglo de luces rojas que fue un gran punto a favor. Otro punto a favor fue el uso de luces estroboscópicas en su tramo final, llevando a un gran clímax. Una maravilla que ovacionamos y aplaudimos como se merecía. La música puede unir lo que pareciera estar muy muy lejano y no debería tener ningún vínculo. Porque en la intro de “Hertan” (adelanto de su álbum “Birna”, ojo al dato), la gente aplaudía de una forma muy parecida a la cueca y la cosa no quedaba nada fuera de lugar (no en lo rítmico). “Un manjars” (?) esta canción.

“Kvit Hjort” fue otra de las canciones que empieza con un arreglo de luces muy oscuro que se va iluminando de a poco. Einar es un músico excepcional con una sensibilidad artística que se la quisieran varios, con arreglos musicales que nos entrega verdaderas gemas. Después de la ovación merecida vino uno de los puntos altos del concierto: apenas empezaron a tocar “Lyfjaberg”, el Caupolicán parecía que se venía abajo, y no pocos la cantaban de forma cuanto menos respetable en términos de modulación de palabras; no hay forma que WARDRUNA no lo haya notado. Todo con sus apoyos visuales de montañas, enriqueciendo incluso mejor la experiencia. ¡TEMAZO!

Pero luego de tremendo temazo, “Voluspá” nos deleita con sus pasajes a paso lento pero sostenido. Es que para un ritual hay que tomarse el tiempo que amerita la ocasión, no sirve hacerlo apurado y así lo entendíamos los presentes en el Caupolicán. La siguiente fue una de las que quizás mejor se podía reconocer el nombre sin saber nada de la banda: porque “Tyr” con sus 2 ¿cuernos? nos marcaba una marcha hacia la guerra; lo primero que se menciona y varias veces es el nombre de la canción misma. En este caso, las voces masculinas en conjunto están muy marcadas, haciendo que el mensaje se pueda entender mejor. Gran momento.

Una canción que empezaba con voz femenina fue “Isa”, donde Lindy-Fay Hella nos demostraba su calidad. Tantas ganas de escuchar con mucha atención había que entre el público se hacían callar a otros ¡A ese nivel! La conexión con el pasado se puede expresar de muchas formas y “Grá” lo demuestra muy bien, aún cuando los recuerdos no sean claros y siempre incluyen una dosis de compañía. Y para acompañar, aplaudimos al compás de la canción mientras se prenden las luces del Teatro.

No terminamos de aplaudir y suena un rayo avisando “Runaljod”, cuando Lindy-Fay Hella no debe cantar, aprovecha de danzar. Vuelvo a recalcar la calidad del sonido, impecable. No podíamos no aplaudir por tremenda prestancia en el escenario y se lo dejamos muy claro a WARDRUNA. De todas formas, “Rotlaust Tre Fell” no se iba a quedar fuera de la jornada porque su canto enérgico y colectivo está pintado para la ocasión. Como estamos en cultura nórdica, resultaría medio raro que no se le rindiera tributo a Freya; por eso “Fehu” despeja cualquier duda al respecto. Y es que sus pasajes bien ejecutados son oro puro. Por esta razón le dimos la ovación correspondiente al final, incluyendo un “¡WARDRUNA WARDRUNA!” y es cuando Einar Selvik toma la palabra agradeciendo a los presentes y nos menciona que WARDRUNA no es necesariamente sobre vikingos, sino que viajar en el tiempo y ver similitudes, tradiciones, singularidades. Junto con agradecer a la audiencia, anuncia “the last song” a lo que inmediatamente replicamos con un enérgico “¡NOOOO!”. Einar queda mirándonos y nos explica que ésta trata sobre el ritual de despedida para alguien que ya partió. “This is Helvegen”, cuya ejecución incluyó fuego y la cantamos toda. Es la última canción al fin y al cabo, guiño-guiño (?).

Al final, el éxtasis era total y los aplausos eran inapelables; los músicos estaban encantados. Los músicos se juntan haciendo reverencia al público y no abandonan el escenario. “Porque el pueblo lo pide”, van a tocar una más: “Raido”, donde acompañamos con las palmas en su intro. La interpretación es supina y ponemos cada vez más atención tanto en lo visual como lo auditivo; incluso se escuchaban voces pidiendo que bajaran los celulares para ver mejor (en serio, pasó). Con la ovación de todo el público, la banda saluda al respetable y abandonan todos el escenario menos Einar. Como líder y maestro de ceremonias, Einar avisa que va a tocar una canción más, pero antes pide aplausos para todo el equipo de trabajo. ¡Y es que también se merecen todos los aplausos por su extraordinario trabajo! Mientras aplaudimos, Einar apenas podía hablar; apenas pudo indicó que la última canción es de la banda sonora de la serie “Vikingos” y la ovación del público no se hizo esperar. Un poema sobre Ragnar Lothbrok, y nosotros aplaudimos aún más. ¡Qué gran personaje protagonizado maravillosamente por Travis Fimmel! “Snake Pit Poetry”, una canción solista de Einar donde se explaya sobre el sufrimiento y la muerte, donde a Ragnar Lothbrok le llega la hora de afrontar su destino como un guerrero. Porque la muerte es inevitable y solamente queda afrontarla.

Y así se termina el primer concierto de WARDRUNA con Einar agradeciendo al público usando el calificativo de “pretty wild”, diciendo que quieren regresar a estas tierras. Unos últimos alcances: Felicito a la organización del evento: Acreditación rápida, inicio puntual y una puesta en escena sobresaliente; Puede leerse desagradable lo que diré pero fue un acierto no incluir telonero. La calidad saltó a la vista y audición de todos los que prácticamente llenamos el Teatro Caupolicán. Nada mal para ser la primera vez y esperemos que sea la primera de muchas más.

Francisco Aguilar_DSC_5020-Mejorado-NR

Setlist WARDRUNA

  1. Kvitravn.
  2. Skugge
  3. Solringen
  4. Heimta Thurs
  5. Hertan
  6. Kvit Hjort
  7. Lyfjaberg
  8. Voluspá
  9. Tyr
  10. Isa
  11. Grá
  12. Runaljod
  13. Rotlaust Tre Fell
  14. Fehu
  15. Helvegen

Ecore

  1. Raido
  2. Snake Pit Poetry (de Einar Selvik)
Fotos: Francisco Aguilar
Review: Adolfo Salinas
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